Ampliación o modernización del Canal

NOTAS DE ANTONIO SALDAÑA SOBRE LA AMPLIACIÒN DEL CANAL VIA PRENSA.COM

Ampliación o modernización del Canal

Antonio Saldaña

El más colosal artificio propalado por el "amo chocolate", el administrador de la otra República (ACP) desde el mediodía del 31 de diciembre de 1999, ha sido la sinonimia entre dos conceptos diametralmente opuestos: ampliación del Canal y modernización del Canal.

Sencillamente porque la modernización del Canal es un programa iniciado desde 1996 bajo la administración estadounidense con el propósito de "extender la capacidad del Canal a su máximo potencial económicamente viable".

El costo del programa de modernización, cumplido en su totalidad, supera los mil 300 millones de balboas y la inversión necesaria para mantener la capacidad del Canal en condiciones de competitividad hasta el año 2025 está proyectada a razón de 50 millones de dólares anuales durante los próximos 19 años, por un monto total de 1,149.3 millones de balboas.

Como se puede observar de la información completa de ambos programas de modernización del Canal, ninguno incluye ni implica la ampliación, muy por el contrario, la ampliación de la vía interoceánica es un proyecto que surge en los últimos años impulsado por el administrador de la ACP y por la cúpula del gobierno de Patria Nueva y se sustenta en dos argumentos, por demás, falsos: Primero, que las instalaciones del Canal de Panamá quedarán obsoletas en el año 2013 y, segundo, que la ampliación es necesaria para que puedan transitar barcos de mayor calado (post-panamax).

El mito de la obsolescencia del Canal ha sido desmentido por los programas de modernización llevados a cabo por la administración norteamericana primero, y por la ACP después, incluyendo el programa de mantenimiento para conservar el Canal funcionando hasta el año 2025.

Es más, la Propuesta de Ampliación del Canal de Panamá, dice: "Con el mantenimiento apropiado las esclusas actuales continuarán operando indefinidamente" (Informe de la ACP página 3, nota pie de página 5).

En cuanto al segundo mito, en la actualidad solo existen alrededor de 300 barcos post-panamax que navegan por rutas distintas y distantes de nuestro Canal.

¿Quiénes están interesados en la ampliación del Canal de Panamá?

En primer lugar, la cúpula del gobierno PRD-PP y sus amigos vinculados a grupos económicos locales que serían los únicos beneficiados con dicha obra.

En segunda instancia, las empresas transnacionales, particularmente las de capital estadounidense, las cuales ya aseguraron su participación en la eventual construcción de un tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, mediante la negociación del TLC. Y, por último, el propio gobierno de Estados Unidos, porque la ampliación del Canal le facilitaría el paso de portaaviones y buques de guerra de alto calado que hoy no pueden navegar por la vía interoceánica.

De manera que el pueblo panameño en general y los 463,677 miembros del PRD en particular, tendrán que decidir entre: la modernización o la ampliación del Canal.

La primera opción significa continuar usando "el excedente de los ingresos que el Estado panameño percibe por la operación del Canal y del conglomerado de servicios conexos (incluyendo un futuro mega puerto estatal), preferentemente en programas de inversión en la educación y formación de recursos humanos para el desarrollo" (Programa del PRD) y utilizar "la posición geográfica del Istmo de Panamá que es un recurso incomparable para potenciar el desarrollo nacional, humano, sostenible, participativo e incluyente. A través de la articulación de una estrategia de crecimiento capaz de incidir en la actividad agroindustrial, en la incorporación de los marginados y excluidos de la ciudad y el campo –con miras a la integración nacional y el salto al primer mundo- la actividad portuaria, con el Canal de Panamá como eje, será decisiva para todos los panameños en los próximos años". (Programa de Gobierno 2004-20009 de Patria Nueva).

La alternativa de la construcción del tercer juego de esclusas o de "tinas" post-panamax, solo beneficiaría a un reducido grupo en el poder, a empresas marítimas y de construcción trasnacionales y a Estados Unidos.

A cambio la Nación panameña hipotecaría a perpetuidad su principal recurso económico: La privilegiada posición geográfica. ¡Así de sencilla es la cosa!

El autor es coordinador nacional del Frente Democrático Torrijista